Hay mecanismos judiciales y casi judiciales para entablar un litigio sobre el derecho a la educación a nivel nacional, regional e internacional. Es importante señalar que los mecanismos regionales e internacionales sólo se pueden utilizar cuando se hayan agotado todos los recursos internos.
Llevar el caso ante los tribunales debe ser siempre el último recurso al que deben recurrir los reclamantes, así como las estrategias de las campañas. Se requiere tiempo, dinero y energía, y hay mucho en juego, y también hay posibilidad de no ganar.
Cualquier análisis previo del litigio debe tener en cuenta los riesgos (y las oportunidades). Estos comprenden: la seguridad personal (de los reclamantes, los activistas, abogados, etc.); la situación jurídica durante y después; los costos financieros; los costos en cuanto a reputación, especialmente para las organizaciones que hacen campañas; los gastos operacionales, una vez más esto se refiere más a los activistas y abogados; el impacto que el caso podría tener sobre las relaciones entre los litigantes, abogados y organizaciones que hacen campañas, el gobierno, la sociedad civil, las escuelas y los docentes/la administración local, o la comunidad internacional; la fatiga es un peligro real, pero por otro lado, una campaña construida en torno a un proceso de litigio puede ser una gran inspiración; se debe considerar las pérdidas y ganancias políticas; lo imprevisible es un factor importante en la planificación; y, por último, el tiempo necesario puede ser demasiado largo tanto para los activistas, pero más importante aún, para las víctimas de las violaciones. Hay muchos más riesgos y oportunidades y estos deben ser tomados en cuenta por los reclamantes, los activistas y los abogados.
También es necesario tener en cuenta las muchas otras vías que los activistas y abogados pueden elegir en su lugar, utilizando la ley de diferentes maneras. Entre estas vías, cabe mencionar suministrar pruebas de casos ya existentes, actuar como "amigos de los tribunales", trabajar con grupos de derechos humanos, habilitar a abogados locales especializados en asuntos de interés público, vincularse con asociaciones o redes de abogados, realizar actividades de promoción de cambios legislativos/praxis con la ley en la mano y presionar para que se haga una revisión judicial.
Si uno decide entablar algún tipo de litigio, se recomienda seguir este curso de acción con objetivos claros en mente". Aparte de buscar justicia para los individuos o grupos cuyos derechos han sido violados, las organizaciones o los abogados deben considerar el litigio como una herramienta que se puede utilizar en las campañas de sensibilización; para ejercer presión al gobierno; para poner a prueba el sistema jurídico o para crear un precedente (en los sistemas de derecho consuetudinario).
En segundo lugar, es importante involucrar a los demás: utilizando los medios de comunicación para crear conciencia en la comunidad local, desafiando/ayudando al gobierno local, trabajando con las escuelas locales, cuestionando los prejuicios de la sociedad respecto a grupos excluidos.
En resumen, antes de recurrir al litigio, habrá que hacer lo siguiente:
·Comprender bien la legislación;
·Recolectar evidencia;
·Formular el caso;
·Elegir el tribunal y
·Conseguir apoyo y cobertura.
En los siguientes “acordeones”, se ahonda en las cuestiones relativas a la decisión de llevar un caso a juicio.